Bienvenido
Mister Marcha
En un pueblo por ahí perdido
de la España profunda se reúnen los representantes municipales para intentar
mejorar la vida en la localidad. Y pasa lo de siempre, que lo que propone el
equipo de gobierno lo critica la oposición y lo que propone la oposición lo
critica el equipo de gobierno, aunque en realidad los dos proponen la misma
cosa.
Pero entonces sucede que
alguien ha oído que va a ir de vacaciones al pueblo un tipo con mucho dinero al
que se conoce como “Mister Marcha”. Esto les interesa a todos porque lo que
necesita el pueblo es mucha marcha y como los representantes municipales son
unos rufianes y les va el cachondeo, preparan el recibimiento del susodicho con
un concierto de heavy-metal y barra libre de cubatas para todos.
Pero el tal “Mister Marcha”
se llama en realidad Mister “Marks” (notas escolares) y lo que quiere es abrir
una biblioteca en el pueblo para que los niños y jóvenes estudien, se
culturicen y saquen buenas notas (marks). Eso les sienta muy mal tanto a los representantes
del ayuntamiento como a los mozos del pueblo que terminan echando al pobre
hombre a garrotazos.
La pinícula suponía una
crítica social de tal calibre, que a los políticos les dio miedo y prohibieron
su estreno alegando que aparecía una vaca mostrando las ubres y que ello era
pernicioso para la juventud.