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jueves, 21 de enero de 2016

GRANDES PINÍCULAS: El padrazo


     El padrazo

     Chicago, años 60.

Un padre se tiene que hacer cargo de una veintena de hijos porque se ha quedado viudo y los detalles de la muerte de la madre no se han aclarado. Afortunadamente tienen un padrino que se hace cargo de todos los gastos y al que los hijos respetan y veneran, aunque a veces le llaman “padrino, búfalo”. También tienen la suerte de que las hijas mayores se hacen cargo de los pequeños y los varones mayores van aprendiendo los entresijos del funcionamiento de la familia para hacerse cargo ellos mismos de toda contingencia que pueda acaecer. También está el abuelo del clan, un elemento de cuidado que, con la excusa de un extravío intenta deshacerse del pequeño de la familia que atiende por el nombre de Chencho; pero no lo consigue y queda desprestigiado ante todos y ya no puede seguir dictando órdenes.
Al final unos y otros se van eliminando mutuamente quedando al final el tal Chencho, el pequeño, que en realidad es el que mejor ha entendido lo que se esperaba del clan y se corona como jefe y cabecilla de todos ellos.

No se pudo terminar de grabar porque el director, el productor y el guionista desaparecieron repentinamente. Al cabo de una semana encontraron sus cuerpos en el fondo de un río con grandes pedruscos atados a los pies. La versión oficial es que fue un accidente




       


   



jueves, 17 de diciembre de 2015

GRANDES PINÍCULAS: Bar-man

Bar-man
        Es la historia de un tipo que lleva doble vida: por el día sirve cañas y pichicolas en el bar “El    Paco” y por la noche sale por ahí disfrazado de mochuelo con una máscara en la cara para que  no le reconozcan.
        Cuando era pequeño no quería estudiar y tuvo que ponerse a trabajar para poder ganar algo  de dinerillo. Entonces, en el bar “El Paco” vio un cartel que ponía: “SE NECESITA BAR-MAN”,  habló con el dueño y se quedó con el empleo.
      En sus ratos libres entrena en el gimnasio “La molla” para ponerse cachas y así, por la noche,  liarse a guantazos con los ladrones y la gentuza que deambula por los barrios bajos de  Chinatown.
     Le acompaña su fiel amigo Bobin que, como su propio nombre indica, es un poco “bobín” y  mete la pata cada dos por tres.
     Pero una noche, el dueño del bar, que en realidad es el malo de la peli (a quien llaman el Yoko  porque tiene la colección completa de discos de Yoko Ono), se lo encuentra y le reconoce.              Entonces le dice la famosa frase: “Tú eres bar-man”. Bar-man se lo carga accidentalmente  cuando confunde una garrafa de aguafuerte con la soda para los vermuts y el otro se lo bebe.


      La pinícula prometía acción y puñetazos, pero no había fondos para tanta caracterización. Por  ejemplo: el malo tendría que haberse pintado la cara de colorines, pero se la puso solo de rojo  quedándose 3 horas al sol y bebiéndose un litro de vino tinto del que tenían para el atrezzo. 
     Bar -man quería ponerse un disfraz más completo y se tuvo que conformar con una careta de  cartón de la gallina Caponata  y cosas así.



jueves, 19 de noviembre de 2015

GRANDES PINÍCULAS: Buscando al Memo

       
       Buscando al Memo

       Historia de un padre y un hijo. 
       El padre es un payaso de esos que lo ves y dices: “¡Pero qué payaso!”  Y el hijo es un memo,     que no sabe hacer la “O” con un canuto. Como decía su profesora: “Un cacho carne con ojos,       que está ahí porque tiene que haber de todo en este mundo”.
       Un día se van de excursión con el colegio y el memo, a la vuelta, en vez de meterse en el autocar de su colegio, va y se mete en otro autobús que va a otro sitio sin que nadie se dé cuenta ni le echen de menos al cabo de varios días (ya le vale al padre, pero hemos dicho que  es un payaso y no hay de qué extrañarse).
       La pinícula se convierte en un va y viene en el que se pasan más de tres cuartos de hora buscándole infructuosamente, pues cuando llegan al lugar donde creen tener una pista, el tonto-el-haba se las ha pirado el día antes.


    Soporífera y exasperante. Menos mal que no llegó a exhibirse en pantalla, porque los corren a palos desde el productor al chico del botijo. Y no se exhibió porque el protagonista (el hijo) era memo de verdad y de vez en cuando, cuando se suponía que estaba perdido, asomaba la cabeza por detrás de alguno de los decorados y gritaba: “¡Cu cú, aquí estoy, no me encontráis!” y había que cortar, volver a rodar…, hasta que dimitió el cámara. 

   
   

jueves, 15 de octubre de 2015

GRANDES PINÍCULAS: El retorno del heavy

  La guarra de las galaxias: El retorno del heavy (3º entrega)

   Cuando todo parecía perdido en la pinícula anterior, entonces se acaba de fastidiar porque Lucas Ejandemor    aparece de no se sabe dónde convertido en el bajista de un grupo heavy,  con Javi Juan de batería, que visten    de negro y tocan temas de Iron Maiden y Metallica.
   A la guarra Paca esto le mola, porque le va el color negro y la suciedad extrema.
   Y al final se descubre que Lucas es también hijo de Paca y ella está orgullosa de él, no como el otro que le ha    salido un chico limpio y aseado. Este en cambio es como a ella le gusta.
   Y así se acaba la historia con el maestro Yordi lanzando una moraleja final:
   “Siempre a tu madre tú obedecer tienes que”.


   La trilogía es impresionante, podía haber sido un referente de la ciencia ficción. Pero ese mensajito final en        plan ñoño de que tienes que obedecer a mamá no encajaba en el tipo de público al que iba destinada, pues        demandaban más acción y que ganaran los limpios y buenos. Y en esta ganan los malos y guarros.

jueves, 17 de septiembre de 2015

GRANDES PINÏCULAS: El Imperio contra Paca

La guarra de las galaxias:  El Imperio contra Paca (2º entrega)

White Washed se ha comprado una lavadora nueva, pero la tiene escondida para que Paca y sus secuaces no se la vuelvan a destruir. Pero Javi Juan y Lucas se han enterado de dónde la tiene y van a por ella. Entonces Lucas Ejandemor tiene una avería espacial y Javi Juan se queda solo, por lo que se transforma en Juan Solo.

White Washed entonces se entera de que hay un tal Maestro Yordi que sabe arreglar lavadoras y todo tipo de electrodomésticos y confía en él por si vuelven a estropearle el plan. Pero no va a ser así, porque todo el imperio galáctico, harto ya de las excentricidades de Paca, se ponen de parte del bando limpio (todos ellos con unos cascos blancos impecables) y la atacan.

Cuando cree que va a ser su fin, Paca se encara con White Washed y le espeta: “¡Yo soy tu madre!… y me tienes que obedecer”. Y entonces es cuando todo está perdido porque, como buen hijo, tiene que obedecer a su madre y además ella le confisca una espadita muy mona de colorines fosforescentes con la que estaba jugando.

Continuará.

jueves, 20 de agosto de 2015

GRANDES PINÍCULAS: La guarra de las galaxias (1)

La guarra de las galaxias  (1ª entrega)
Es la historia de una guarra, una cochina en toda regla que además se llama Paca. Se dedica a ensuciar el espacio intergaláctico con todo tipo de basura. Eso en lo público. En lo privado se pasa el día comiendo como una cerda, eructando y tirándose ventosidades. Sin ir más lejos, el robot doméstico que tiene a su cargo se llama 2P2+K2 (dos pedos maskados).  El caso es que el robocito tiene mucha gracia y pone un punto de humor a esta asquerosidad.
El encargado de poner fin a tanta guarrería es White Washed (Blanco Lavado) que va vestido todo de blanco, hasta el famoso casco, para dar ejemplo de limpieza y pulcritud.
Pero tiene como enemigos a Javi Juan y Lucas Ejandemor.
Es famosa la frase del primero al segundo: “Que la cerda te acompañe” en referencia a que la Paca tiene que acompañarle para esconderse de los afanes lavatorios de White Washed.
Al final, a este pobre le destruyen la lavadora los muy asquerosos, pero esto no acabará así.

Continuará (el mes que viene).

jueves, 6 de agosto de 2015

GRANDES PINICULAS: A poca leche now

Querido/a  lector/a:
Esta selección de grandes pinículas de la historia del alu-cine que se ofrece los 3º jueves de mes, es el justo reconocimiento a una serie de filmes que pudieron haber sido y no fueron, pero cuya temática y argumento sirvieron de inspiración a cineastas famosos para realizar obras que consiguieron la fama que estas nunca han tenido.
En cada una de ellas se ofrecerá una breve sinapsis del argumento y también el motivo por el que no se pudo terminar la producción. 
Espero que las disfruten.
Aquí va la primera entrega:

A POCA LECHE NOW
En plena guerra de Vietnam, un grupo de soldados norteamericanos intentan cumplir una misión secreta, para lo cual se agencian clandestinamente un vehículo que encuentran por ahí sin darse cuenta de que al cacharro le falla el carburador y a lo más que pueden ir es a 20 km/h. De ahí el título de la pinícula, porque con el trasto van “a poca leche”.
En fin, que intentando que el jeep corra más, no se les ocurre otra cosa que meterse en un poblado vietnamita buscando un taller, aunque sea del enemigo. Y, claro, los vietnamitas, que no son tontos, les terminan de “arreglar” el coche y tienen que permanecer en el pueblo hasta que llegue una patrulla americana a rescatarlos o un grupo de soldados vietnamitas a cepillárselos.
La idea era buena: una producción del género bélico con mucha acción. El problema fue que, a falta de vietnamitas auténticos, quisieron suplirlos con extras chinos.  Y al principio, como no se daban cuenta, la cosa fue bien; pero un día se enteraron de que la pinícula no era de China sino de Vietnam y ya no quisieron hacer nada más. Es como si hacen una en Badajoz y los extras son de Cáceres. Se parecen, pero no son iguales.