jueves, 17 de diciembre de 2015

GRANDES PINÍCULAS: Bar-man

Bar-man
        Es la historia de un tipo que lleva doble vida: por el día sirve cañas y pichicolas en el bar “El    Paco” y por la noche sale por ahí disfrazado de mochuelo con una máscara en la cara para que  no le reconozcan.
        Cuando era pequeño no quería estudiar y tuvo que ponerse a trabajar para poder ganar algo  de dinerillo. Entonces, en el bar “El Paco” vio un cartel que ponía: “SE NECESITA BAR-MAN”,  habló con el dueño y se quedó con el empleo.
      En sus ratos libres entrena en el gimnasio “La molla” para ponerse cachas y así, por la noche,  liarse a guantazos con los ladrones y la gentuza que deambula por los barrios bajos de  Chinatown.
     Le acompaña su fiel amigo Bobin que, como su propio nombre indica, es un poco “bobín” y  mete la pata cada dos por tres.
     Pero una noche, el dueño del bar, que en realidad es el malo de la peli (a quien llaman el Yoko  porque tiene la colección completa de discos de Yoko Ono), se lo encuentra y le reconoce.              Entonces le dice la famosa frase: “Tú eres bar-man”. Bar-man se lo carga accidentalmente  cuando confunde una garrafa de aguafuerte con la soda para los vermuts y el otro se lo bebe.


      La pinícula prometía acción y puñetazos, pero no había fondos para tanta caracterización. Por  ejemplo: el malo tendría que haberse pintado la cara de colorines, pero se la puso solo de rojo  quedándose 3 horas al sol y bebiéndose un litro de vino tinto del que tenían para el atrezzo. 
     Bar -man quería ponerse un disfraz más completo y se tuvo que conformar con una careta de  cartón de la gallina Caponata  y cosas así.



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