viernes, 8 de julio de 2016

GRANDES PINÍCULAS: Ciudadano ¿Qué?



Ciudadano ¿Qué?

Cuenta la historia de un tipo cuyos padres le dejan una inmensa fortuna, pero él es un manirroto, un “nini”, que ni estudia ni trabaja; pero no por mala suerte, sino por puro vicio. Se lo gasta todo en el Xanadú, porque tiene un vicio con el Xanadú que no hay quien le pare: esquiar en la nieve, comprarse ropa cara, comer de restaurante caro todos los días… 
En fin, que al final de sus días el buen hombre está arruinado y en el lecho de muerte quiere decir algo, pero nadie le entiende lo que dice y los que están con él acompañándole le preguntan: ¿Qué? ¿Qué has dicho? y él intenta repetirlo, pero sigue sin que le entiendan y le vuelven a preguntar: ¿Qué?  Y así un buen rato hasta que el tipo la palma sin que los demás hayan entendido lo que les quería decir. Entonces un chiquillo aparece con un billete de 10 dólares para dárselos al moribundo porque lo que estaba intentando decir era: “¡Préstame 10 pavos!” y el niño era el único que lo había entendido; pero ya era tarde.

La pinícula estaba llamada a ser una de las grandes obras maestras del cine universal, pero el protagonista era de un pueblo de Granada y hablaba en “andalú”, por eso nadie le entendía (salvo el niño de la última escena que era paisano suyo). Y como no le entendían, ni él tampoco hablaba “inglé”, no se podían comunicar con él de ninguna manera. 







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