jueves, 28 de julio de 2016

GRANDES PINÍCULAS: Alabbin



Alabbín

Cuenta la historia de un muchacho pobre de un barrio pobre de una ciudad pobre en medio del desierto, que un día sale a buscar algo de manduca y se encuentra una lámpara de aceite. Pero, claro, no se puede comer la lámpara; así que empieza a frotarla para ver si por lo menos puede aprovechar el aceite y hacerse unos huevos fritos (porque en el desierto hace mucho calor y no hace falta sartén).
Entonces sale un tipo gordo de la lámpara vestido con la camiseta del Rayo Vallecano y le dice al chico que le concede un deseo. Y el muchacho dice que quiere ser jugador de fútbol y ganar mucho dinero para poder tomarse todos los huevos fritos que le dé la gana (con beicon y patatas). El genio le dice que vale, pero con una condición: tiene que vestir la camiseta del Rayo Vallecano durante 3 temporadas y luego le dará la carta de libertad. El chico acepta y empieza a jugar y a ganar partidos. El público, enfervorizado, empieza a cantar eso de ¡alabín, alabán, alabín bom ban!  El muchacho se cree que se lo dicen a él y se motiva aún más consiguiendo esa temporada el triplete para el equipo de Vallecas (la Liga, la Copa y la Champions).

La pinícula es entretenida. Con un cubo de palomitas se te hace hasta corta.

No se pudo terminar de rodar porque el chaval protagonista se negaba a ponerse la camiseta del Rayo ya que él era del Real Madrid, y había que encasquetársela  cuando estaba dormido, lo cual era un fastidio porque en cuanto se despertaba se la quitaba y no había manera de grabar nada ni de que se aprendiera el papel. En fin, un desastre. 




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