Una recién casada
puso una olla
con un cántaro de agua
y una cebolla.
El dicho muestra la opinión, completamente compartida por la
abuela, de que las personas recién casadas están acostumbradas a que todo se lo
hagan sus padres y no saben nada de la vida.
Cualquiera puede apreciar que el guiso resultante del excesivo
cántaro de agua con la solitaria cebolla poca sustancia puede contener.
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