La abuela lo refería a aquellas personas que se daban importancia
con motivo de un título o de una posición social, pero que luego no se
correspondía con los bienes materiales realmente disponibles.
En relación con lo anterior, también solía referir estos ingeniosos
versos:
Es la historia de una guarra, una cochina en toda regla que además se
llama Paca. Se dedica a ensuciar el espacio intergaláctico con todo tipo de
basura. Eso en lo público. En lo privado se pasa el día comiendo como una
cerda, eructando y tirándose ventosidades. Sin ir más lejos, el robot doméstico
que tiene a su cargo se llama 2P2+K2 (dos pedos maskados). El caso es que el robocito tiene mucha gracia
y pone un punto de humor a esta asquerosidad.
El encargado de poner fin a tanta guarrería es White Washed (Blanco
Lavado) que va vestido todo de blanco, hasta el famoso casco, para dar ejemplo
de limpieza y pulcritud.
Pero tiene como enemigos a Javi Juan y Lucas Ejandemor.
Es famosa la frase del primero al segundo: “Que la cerda te acompañe” en
referencia a que la Paca tiene que acompañarle para esconderse de los afanes lavatorios
de White Washed.
Al final, a este pobre le destruyen la lavadora los muy asquerosos, pero
esto no acabará así.
El tío se pasaba todo el día recostado en
su triclinio, comiendo uvas y sin dar ni palo.
ANIBAL BARçA
Intentó conquistar Roma con unos elefantes
pintados de azulgrana, pero resultó que los romanos eran del Madrid y le salió
el tiro por la culata.
PUBLIO CORNUDO ESCIPIÓN
Cornudo. No me equivoco. Busquen una imagen
suya en Internet y díganme ¿Qué es ese bulto que se le ve en la cabeza? Lo que sí
se sabe a ciencia cierta es que era del Madrid, porque venció con claridad al
anterior personaje de esta lista
PAYO JULIO CÉSAR
Conquistó media Europa, entre ellos unas
tribus gitanas del este.
PONCIO PILOTO
Él quería haber sido comandante de avión,
pero como en su época aún no se habían inventado, le mandaron a Judea como
gobernador y le tocó un “marrón” del que no quiso saber nada.
En realidad, el principio de Arquímedes lo debería haber descubierto otro griego llamado Protómedes; pero cada vez que Protómedes se metía en la bañera para descubrirlo y salpicaba, llegaba su madre hecha una furia diciéndole:
- ¿Ya estás otra vez llenando el suelo de agua? ¡Siempre igual! ¿Y ahora esto quién lo friega? ¡Ya estoy harta!
Y por eso, como a la madre de Arquímedes no le importaba que su hijo derramara un poco de agua cuando se bañaba, fue este último el que se llevó los honores.
Al margen de esto, todos sabemos que el principio de Arquímedes es la A.
En esta nueva sección de Dichos y Refranes se comentan algunas de las frases que mi abuela decía para ilustrar, con su sabiduría popular, algunas situaciones de la vida real.
¿De qué murió el Tío Rivera?
De tanto meter la mano en la faltriquera.
La faltriquera es una bolsa, generalmente de tela, donde se llevaba antiguamente el dinero. El pobre Tío Rivera murió porque utilizaba dicha bolsa con demasiada frecuencia, se entiende que para sacar dinero y no para reponerlo. Al final la faltriquera se quedó completamente vacía y eso fue su perdición.
Normalmente la abuela lo utilizaba contra cualquier persona que viniera a pedirle dinero; o cuando ella consideraba que la cantidad a pagar por un artículo o servicio sobrepasaba sus expectativas de gasto.
Esta selección de grandes pinículas de la historia del alu-cine que se ofrece los 3º jueves de mes, es el justo reconocimiento a una serie de filmes que pudieron haber sido y no fueron, pero cuya temática y argumento sirvieron de inspiración a cineastas famosos para realizar obras que consiguieron la fama que estas nunca han tenido.
En cada una de ellas se ofrecerá una breve sinapsis del argumento y también el motivo por el que no se pudo terminar la producción.
Espero que las disfruten.
Aquí va la primera entrega:
A POCA LECHE NOW
En plena guerra de Vietnam, un grupo de soldados norteamericanos intentan cumplir una misión secreta, para lo cual se agencian clandestinamente un vehículo que encuentran por ahí sin darse cuenta de que al cacharro le falla el carburador y a lo más que pueden ir es a 20 km/h. De ahí el título de la pinícula, porque con el trasto van “a poca leche”.
En fin, que intentando que el jeep corra más, no se les ocurre otra cosa que meterse en un poblado vietnamita buscando un taller, aunque sea del enemigo. Y, claro, los vietnamitas, que no son tontos, les terminan de “arreglar” el coche y tienen que permanecer en el pueblo hasta que llegue una patrulla americana a rescatarlos o un grupo de soldados vietnamitas a cepillárselos.
La idea era buena: una producción del género bélico con mucha acción. El problema fue que, a falta de vietnamitas auténticos, quisieron suplirlos con extras chinos. Y al principio, como no se daban cuenta, la cosa fue bien; pero un día se enteraron de que la pinícula no era de China sino de Vietnam y ya no quisieron hacer nada más. Es como si hacen una en Badajoz y los extras son de Cáceres. Se parecen, pero no son iguales.